La logística en los tiempos de la hiperconexión

 

La logística y gran parte de los procesos asociados a esta han estado durante años en la búsqueda constante de herramientas y tecnologías que permitan un mayor nivel de eficiencia en el uso de los recursos y efectividad al momento de alcanzar los resultados que para ellos se plantean.

Esta característica ha hecho durante largo tiempo que, dentro del seno de los procesos logísticos se engendren e incuben algunos de los usos más destacados de las tecnologías emergentes, algo que no solo ocurre dentro del contexto militar como algunos podrían pensar.

Este ha sido el caso, por ejemplo, de herramientas tan altamente conocidas dentro del contexto de las cadenas de abastecimiento como el RFID (Identificación por Radio Frecuencia), que pese a no contar con un gran reconocimiento en el sector del consumo masivo, es hoy en día parte de muchas soluciones en los procesos de producción, almacenamiento, transporte y distribución.

Otro tipo de tecnologías reconocidas en mayor medida por el público general como las conexiones móviles de alta velocidad, son resignificadas dentro del ámbito logístico, logrando gran impacto en muchas de las labores asociadas al sector, y en consecuencia, dentro de un sin número de elementos de la vida cotidiana de prácticamente todos los actores dentro de una sociedad moderna.

Fiel a esta tradición y pese a la madurez temprana del próximo gran hito en cuanto a conexiones móviles se refiere, desde ya el quehacer logístico se perfila como uno de los principales usuarios y focos de desarrollo de las prometedoras redes de quinta generación, las cuales se encuentran en pleno desarrollo y de las que se espera posibiliten la expansión tecnológica de forma exponencial.

Dado que uno de los principales beneficiados con las prometedoras características del 5G será, de acuerdo a los expertos, el internet de las cosas, dentro del campo de la logística se esperan avances de gran impacto e importancia que revolucionen la manera en que hasta hoy se desarrollan los procesos.

¿QUÉ SON LAS REDES 5G?

Las redes, y en general la tecnología de quinta generación, es la sucesora del actual estándar (4G), que no solo promete una mayor velocidad de transmisión de datos, sino que abre la posibilidad al desarrollo de tecnologías que hasta hoy se han desarrollado de manera incipiente. De acuerdo al centro de innovación 5G con sede en la Universidad de Surrey en Inglaterra, las redes de quinta generación además de ser más rápidas, ofrecerán, una vez se masifiquen, una mayor capacidad de transmisión de datos, mayor eficiencia de energía y serán menos costosas que cualquier otra tecnología utilizada en la actualidad. Por su parte, la firma de seguridad informática Gemalto, afirma que existen ocho factores cruciales para poder hablar de una real tecnología 5G:

  • Velocidad de datos de hasta 10 Gbps, lo cual representa una mejora a de 10 a 100 veces sobre las redes 4G y 4.5G.
  • Latencia de un milisegundo.
  • Ancho de banda de 1000 x por unidad de área.
  • Hasta 100 x el número de dispositivos conectados por unidad de área (en comparación con 4G LTE).
  • 99.999% de disponibilidad.
  • 100% de cobertura.
  • 90% de reducción del uso de energía de la red.
  • Hasta 10 años de vida útil de la batería para un dispositivo del IoT de baja potencia.

Todo esto, aunado a otras características propias de este tipo de conexiones, abren un abanico de opciones para la generación de soluciones tecnológicas tanto en el ambiente logístico como en otros en los que la transmisión de datos tiene un gran impacto y resulta crucial.

LAS PUERTAS QUE ABRE LA QUINTA GENERACIÓN

Una velocidad de transmisión de datos 10 veces mayor que la actual por sí sola es una característica que puede resultar determinante al momento de idear y materializar soluciones tecnológicas de gran impacto, sin embargo, cuando esto es sumado a otras características propias del 5G como una latencia de un milisegundo, el panorama sufre una ampliación de gran envergadura.

De acuerdo a Camila Rinaldi, jefe de redacción de reconocidos medios digitales sobre tecnología en Brasil, la latencia o retraso “es un tipo de medida que calcula el tiempo que tarda un paquete de datos en ir de un punto designado a otro, desde la antena de servicio a un teléfono móvil, por ejemplo”.

Puesto en perspectiva, esto significa que gracias a la tecnología 5G los datos podrán ser transmitidos en tiempo real, lo cual permitirá el desarrollo y puesta en marcha de forma masiva de soluciones asociadas, por ejemplo, al internet de las cosas.

Prometedoras tecnologías como los automóviles de conducción autónoma serán posibles, entre otras cosas, gracias a la baja latencia de las redes de quinta generación, una característica necesaria para garantizar que este sea un proceso seguro y viable.

También dentro del desarrollo de los coches autónomos y de lo que implica su masificación, son varios los elementos que se deben conectar: los vehículos se comunicarán con los pasajeros, con los peatones, con otros vehículos, con las bicicletas, con los semáforos, con las barreras de peaje y con otros elementos de la infraestructura urbana, todo esto posible gracias a la nueva generación de redes.

Pese a lo impactante de estas tecnologías, existen ya en marcha proyectos que a priori resultan menos rimbombantes, pero que sin duda cambiarán la cotidianidad de las personas y los procesos logísticos asociados.

Este es el caso de la iniciativa que de la mano de Huawei se ha venido desarrollando en Chile en conjunto con una de las principales empresas de servicios de agua de este país y en asociación con Telefónica y Kamstrup, consistente en poner a prueba la gestión de la conectividad de una solución de telemetría para medidores de agua residenciales.

La telemetría adoptada en este proyecto permitirá a los clientes saber su consumo de agua diario para facilitar la cuestión de facturas y detectar fugas y situaciones anormales en casa, lo que a la postre cambiará sin lugar a dudas la manera en la que tanto las empresas de servicios públicos cobran por el servicio prestado, como en la que los usuarios ejercen control sobre su gasto, mantenimiento y pagos.

Si bien este último es un proyecto que no se basa en su totalidad en las características de las redes 5G, sus dinámicas, envueltas en el internet de las cosas, si lo son, y podrán ser ampliadas en la medida en que se cuente con una infraestructura capaz de soportar sus requerimientos, como lo es aquella basada en la tecnología 5G.

EL INTERNET DE LAS COSAS Y LA LOGÍSTICA

Si bien al hablar de ejemplos como el de los coches autónomos en el campo de la logística esto tiene un impacto de grandes proporciones, esta podría ser solo la punta del iceberg de lo que pueden llegar a significar las redes 5G dentro de una eventual revolución dentro de este tipo de procesos.

Es claro que el contar con vehículos que se conduzcan solos y que puedan operar durante largos periodos de tiempo sin limitantes más allá de los del entorno, la infraestructura y el combustible podría cambiar drásticamente los niveles de efectividad y eficiencia de una cadena de abastecimiento, no solo de esta manera el internet de las cosas tendrá aplicaciones en el campo de la logística.

Gracias a la comunicación constate entre diferentes objetos, la automatización en las fabricas puede alcanzar un nuevo nivel, permitiendo, por ejemplo, que una bodega de almacenamiento obtenga datos del stock disponible, y con base a la demanda de un producto en particular, accione los protocolos necesarios para que este comience su producción, de manera que se tengan en cuenta tiempos incluso de entrega al almacen, manteniendo de esta forma un inventario óptimo que permita los mayores niveles posibles de eficiencia, todo esto con apenas la intervención de una persona.

Aunque para que la situación descrita anteriormente se convierta en realidad aún se deben superar varios obstáculos, este camino ya se ha empezado a recorrer, y gran parte del éxito de su materialización depende del desarrollo de las redes de quinta generación.

 

No obstante, son muchos los procesos en los que las redes 5G, a partir del internet de las cosas, pueden incidir con un gran impacto dentro de los procesos logísticos, cambiando para siempre la forma en que es entendida y desarrollada la logística a lo largo del globo:

Información del producto: La aplicación de dispositivos hiperconectados en el inventario industrial posibilita la obtención de datos en tiempo real. El peso, las dimensiones y las unidades del producto son solo algunos de los factores que pueden controlarse en todo momento gracias al IoT, datos que al ser analizados y cruzados con otras fuentes de información, pueden permitir la toma de desiciones precisas y acordes a los objetivos trazados.

Control energético: Gracias a la comunicación entre objetos se pueden integrar dentro de los procesos logísticos y los nodos que los componen medidores que controlen y analicen la energía restante de la flota de vehículos e instalaciones en general de la organización, lo cual contribuye a generar ahorro en términos de consumo energético y de combustible.

Gestión del tiempo: el tiempo es una variable de gran importancia dentro de la logística y el internet de las cosas brinda la posibilidad de controlar el que se destina a cada una de las tareas dentro de una cadena de abastecimiento, así como el espacio en uso y disponible en, por ejemplo, un almacén, lo que ayuda a mejorar la productividad.

Seguridad: El Internet de las cosas tiene aplicaciones que permiten generar soluciones que contribuyen a la prevención de robos o para evitar la destrucción de mercancías por parte agentes ajenos a la propia cadena de distribución o producción. Algunos dispositivos que funcionan bajo la lógica de esta tecnología, posibilitan detectar cuándo y de qué manera se manipulan elementos como los contenedores en los que se conservan los productos finalizados o las materias primas de una fábrica, sin que ello intervenga o se requiera de la vigilancia de una persona.

Evolución del envío: Gracias a las soluciones que se pueden generar a partir de la comunicación entre dos o más objetos con el desarrollo de las redes de quinta generación, es posible determinar dónde se encuentra cada uno de los artículos que transporta una flota de vehículos (posiblemente autónomos). Tanto la marca productora, como su cliente, pueden comprobar en tiempo real dónde se encuentran sus artículos y estimar los tiempos de entrega teniendo en cuenta los cambios en la ruta que se puedan presentar, todo esto en tiempo real.

Estos son sólo algunos ejemplos de lo que gracias al desarrollo de las redes de quinta generación se puede lograr en el campo de la logística principalmente por medio del internet de las cosas, siendo la creatividad de los actores del sector el límite, uno que seguramente aún está lejos de ser encontrado.

 

Fuente: https://revistadelogistica.com/logistica/la-logistica-en-los-tiempos-de-la-hiperconexion/